Junior cumplió con su parte: Rompió el ayuno ante San Lorenzo y espera con fe
Venció 1-0 y quedó en manos del Palmeiras.
Junior venció la noche de este jueves por 1-0 al San Lorenzo de Almagro por la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores de América y sigue conservando sus esperanzas de llegar a la Copa Sudamericana, las cuales ahora dependen de lo que suceda en el otro partido del grupo entre Palmeiras y Melgar.
La cosecha de fe de los junioristas no fue lo mejor, si por la asistencia se midiera. Y es que los hinchas tenían las razones suficientes para dejar vacías sus butacas en en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Con mirar los recientes partidos, todo quedaba dicho, con un equipo que no patea al arco.
Junior debía ganar, sea como fuere, a San Lorenzo y luego esperar una mano de Dios para que los brasileños de Palmeiras le sacaran un resultado al Melgar de Arequipa. Pero aún ganando la prueba de fe iba ser mucha.
Y es que más allá de irse en ventaja en la primera mitad, Junior demostró ante San Lorenzo su pobreza franciscana en ataque. Pese a mucho intentarlo, no generó prácticamente ninguna acción de riesgo, eso sí, la que tuvo se fue al fondo de la portería contraria para llevarse la delantera.
Solo a los 12 minutos Junior hilvanó la suficiente serie de pases como para armar una jugada de gol, resultante de un espectacular centro al punto penal de Marlon Piedrahíta, bien aprovechado por un oportuno Michael Rangel quien se apropió de su rol de matador para guardar la pelota en las redes para el 1-0.
Ese cabezazo fue el primer gol de Junior en esta edición del torneo internacional. Igualmente el primer tanto marcado en varias jornadas en el Metropolitano. Un tango que llegó para apaciguar el alma.
Parecía que el milagro se estaba consumando. Pero una sola plegaria no cura al enfermo. Tras el gol, Junior volvió a ser el equipo con mucha tenencia de la pelota, pero poca capacidad para definir y esto lo haría sufrir los siguientes pasajes del juego.
Para ser honestos, en los siguientes minutos sufrió más de la cuenta. San Lorenzo fue mucho más punzante y casi forzó la igualdad a los 16 minutos, cuando Gerónimo Poblete sacó un zapatazo desde fuera del área que se desvió en el defensor Willer Ditta y alcanzó a ser atajado por Sebastián Viera para mantener la ventaja.
Tras doce minutos de pocas noticias sobre el gol, a los 28 de acciones el ‘ciclón’ armó una jugada que concluyó con un pase al vacío donde el colombiano Andrés Rentería llegó para definir, aunque su disparo se fue completamente desviado por un costado para mantener el juego con ventaja mínima para los de casa.
De allí en más fue poco lo que pasó en el partido, con un San Lorenzo más preocupado para armarse bien atrás y un repetido Junior con pocas fórmulas para poder volver a generar alguna opción clara para el partido.
Luis Fernando Suárez, quien vio el primer tiempo sentado desde el banco, tendría que replantear alguna idea de juego, si es que quería sellar el triunfo que era lo justo y necesario para poder mantener su deseo de avanzar a la Copa Sudamericana.
La segunda mitad encontró a un Junior más despierto desde sus individualidades, incluso con un Rangel más asociado a sus compañeros y con un Cantillo que se hizo con la manija del partido para controlar las situaciones en el campo de juego, pero en el fondo el problema era el mismo: pocos disparos al arco.
A los 11 del complemento fue Freddy Hinestroza el que intentó romper el molde con un zurdazo desde la derecha que obligó a la reacción de Fernando Monetti, quien en dos tiempos controló la pelota.
Luego, a los 26 de la segunda mitad, Michael Rangel leyó los espacios en defensa concedidos por un San Lorenzo que se fue desesperado a buscar el empate, para poner un pase al espacio donde llegó Díaz para definir, pero sin puntería para perder el que hubiera sido el segundo.
Sobre el final del partido vinieron las variantes. Suárez sacó de campo a un discreto Teófilo para reforzar la mitad con Leonardo Pico, luego se ganó la rechiflada de la grada al ingresar a Daniel Moreno por Rangel y finalmente sacó del campo a un agotado Luis Narváez para cerrar las acciones con Enrique Serje.
Tras minutos de tensión finales, Junior logró cerrar el juego tras la expulsión de Andrés Rentería por falta sobre Ditta. Así las cosas cumplió con su mitad de la obligación, para un festejo dulce de los nueve mil creyentes que se sentaron en la grada.
Ahora, los rojiblancos solo están en manos de Palmeiras, quien actuará de juez supremo de las oraciones de los hinchas.